En la época colonial peruana la gente del interior del país adquiría mercaderías en los comercios que estaban alrededor de la plaza mayor de Lima; fuera del centro de la ciudad se encontraban las populares pulperías, que no eran más que centros de aprovisionamiento con todo tipo de mercancías e incluso se expendía licor. Este tipo de comportamiento comercial era similar en otras ciudades coloniales de América del Sur.
En la colonia también existían los vendedores ambulantes, los carreteros y otros de a pie que ofrecían mercancías a viva voz por medio del pregón y visitaban los barrios en carromatos o carretas equipadas para el fin del negocio que desempeñaban. El carnicero por ejemplo llevaba una carreta equipada con soportes interiores para los diferentes cortes de carnes y ahí mismo podía separar los trozos a gusto del cliente y venderlos.
Este modelo de papel nos muestra un típico carnicero colonial y es gratuito gracias a la Colección on-line de El Fuerte, licenciado bajo un estándar de Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 Licencia de Estados Unidos Creative Commons.
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